Testimonios
Las personas
que se mencionaran a continuación, refirieron que deseaban que se
guardara su identidad, por
ende cambiaremos sus
nombres, pero los testimonios corresponde
a hechos de la vida real :
- Carmen tiene
20 años de edad su origen es
de Curillo (Caquetá) , hace 6 años atrás su familia fue
víctima de amenazas, de
atentar contra sus
vidas, por un grupo armado irregular presente
en la región, cuando Carmen tenía
16 años, sus padres y sus dos
hermanos huyeron hacia la capital de
Caquetá (Florencia).
Todavía
era muy joven cuando esto
sucedió, no media la gravedad del
problema, mi familia siempre ha sido muy honrada, en ese entonces
teníamos una miscelánea
y una casa grande donde
vivíamos muy cómodos, cuando me entere
de todo lo que estaba sucediendo,
ya mis papas
estaban haciendo contactos con sus
ahorros para poder irnos a
vivir a otra
ciudad, supe que ese
grupo armado le pedía algo que se
llama vacuna a mi
padre, es como una especie
de extorción, esto sucedió durante
muchos años, pero las peticiones cambiaron, ahora
esas personas, querían que
mis padres, les entregaran como contribución de
guerra a
mi hermano mayor y a mi
persona, fue hasta entonces que mi padre
sin decirle a nadie
y dejando todo, huyeron con nosotros a Florencia,.
Haya
nos acomodamos en una casa
mucho más pequeña, teníamos que
iniciar de ceros, al principio
casi no hablábamos con nadie, nos sentíamos
perseguidos, mi papa puso
una tienda en la
nueva casa y es de esa forma que
nos hemos sostenido, además de sus conocimientos en mecánica
que nos han dado otros ingresos, todo esto fue muy duro para
mí, baje mucho de peso,
entre en una gran depresión, pero mis
padres nos apoyan demasiado y
cuando ingrese a estudiar, tuve la
oportunidad de conocer personas
que vivieron lo mismo, esto fue
algo que me ayudó mucho a
superar mi tristeza, sé que perdimos
mucho que se siente como si te
robaran tu vida y te tocara
buscarte otra, pero ahora tenemos
algo de tranquilidad, tenemos dificultades económica,
las ayudas del estado a los
desplazados han sido muy
beneficiosas, ahora me encuentro
estudiando en la universidad psicología, mi hermano mayor se fue
para Bogotá haya pudo
conseguir trabajo y mis papas
y hermana menor continuamos juntos,
recordando con nostalgia lo
que algún día fuimos
y afrontando lo que somos.
- Fabio tiene
28 años de edad, su origen es
de yurayaco un pequeño pueblo del
Caquetá, tenía aproximadamente 13 años
cuando su padre fue asesinado y tuvo que huir de
su pueblo hacia la ciudad de
Florencia.
Testimonio
para ese entonces
tenía 13 años,
yo soy el mayor de mis
hermanos, tal vez para mí todo
fue más doloroso, aunque ellos
también resultaron muy afectados. En ese entonces mi papa
trabajaba en el campo,
teníamos una pequeña
finca la cual administrábamos nosotros mismo, cultivábamos
yuca, recuerdo mucho que ese
día mi mama estaba
como angustiada , en ese momento
llegaron tres hombre y mandaron a
llamar a mi papa, y platicaron por largo rato, ellos le
plantearon un negocio a mi padre
(sembrar coca) pero él no estaba muy a gusto y esto lleno de ira a esos
hombres, ellos salieron, y mi papa se quedó como aburrido,
luego se encerró hablar con mi mama por largo rato, y eso se quedó así, unos
cuantos días después mataron uno de los
perros guardianes de mi
papa y le dejaron una nota junto el, desde ese entonces todo cambio, mi papa trato de vender la finca y le decía a mi
mama que nos teníamos
que ir, que
esas personas luego
vendrían por mí, fue en ese momento que sentí mucho temor.
una tarde
mientras mi mama preparaba la
comida para unos
trabajadores de la finca y para nosotros, grito y lloro como
nunca la había escuchado, no se quería parar del suelo, yo le pregunte, que
pasa y todos me miraron, uno de los
trabajadores me saco de la cocina
y me dijo; mijo mataron a su papa
en el pueblo, creo que ese
es el momento más horrible que he vivido, después de enterrar a
mi papa, mi mama tomo lo que pudo, y nos
fuimos para Florencia, llegar a esta
ciudad fue muy duro porque no teníamos
nada, vivimos de caridad donde
una amiga de mi mama
por un tiempo, mientras ella conseguía trabajo de empleada
doméstica, pasamos de vivir
en un lugar donde teníamos
mucho a pasar necesidad
tras necesidad, pero aun así mi madre no se rindió y nos puso a
estudiar, pude terminar mis
estudios en el Sena de auxiliar
contable, fue difícil
conseguir trabajo pero lo logre y pude ayudar a mis
hermanos y madre, a veces
me sentí muy mal por mi condición de deslazado, no creo que llegue
a perdonar a ese grupo armado que destruyo mi familia y acabo con el hombre que
más he querido en mi vida,
ahora estamos bien pero todo sería mejor
si no nos hubieran arrebatado la
felicidad de nuestro hogar.